viernes, 10 de mayo de 2013

MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTE, PARA GRANDES TRIUNFOS*


PÁGINAS AL VUELO

Nuevamente insistiendo en un tema que involucra a una inmensa mayoría de peruanos, pues de una u otra forma siempre estará interesada en todo lo que signifique deporte. Sí, desde hace muchos años gozando con triunfos aislados sin que las autoridades del más alto nivel le presten la debida atención. En NORTE, órgano periodístico regional que se edita en la ciudad de Chota, expusimos un diagnóstico formulado por el Ministerio de Educación del anterior régimen, que a la letra dice: “El bajo nivel deportivo, recreativo y de educación física en el ámbito nacional se debe a ciertas limitaciones, entre ellos el recorte presupuestario, la escasa e inadecuada infraestructura deportiva, la poca participación en eventos internacionales y la dispersión de los esfuerzos. Estas limitaciones no contribuyen a un trabajo eficaz en beneficio de los propósitos de masificación y competitividad del deporte nacional. De otro lado, la infraestructura deportiva nacional existente es insuficiente, se encuentra mayormente en estado calamitoso por su antigüedad y muestra un deterioro acentuado que no permite el desarrollo adecuado de las disciplinas deportivas, limitando la formación y preparación del deportista de alto rendimiento”.
Ante esta angustiante realidad sobre lo que acontece en materia deportiva es menester que  se tomen medidas correctivas  para salir de la mediocridad  que soportamos desde hace muchos años. En estos tiempos de cifras de crecimiento económico que constantemente son reveladas a la opinión pública, a pesar de la crisis financiera mundial que también día a día nos anuncian en el sentido de que será temporal,  hagamos que efectivamente “el deporte sea lo más hermoso del mundo”, tal como lo dijera en alguna oportunidad   una congresista nacional. A las actuales autoridades de los poderes ejecutivo y legislativo, sin distingos de ninguna clase,  les corresponde integrar un movimiento que nos permita dejar de lado las decepciones que a lo largo de muchos años sigue viviendo el aficionado deportivo de nuestro país.  Si el gobierno anterior, con extraordinario criterio, posibilitó la  creación del Ministerio de Cultura con una sustentación para la ejecución de diversas acciones a fin de mantener muy alto nuestra identidad nacional, y que por supuesto nos anima a tener fe en el futuro respecto a este tema, también consideramos pertinente una ampliación de este organismo para hacer viable la puesta en marcha del Ministerio de Cultura y Deporte, por todo lo que significa el papel que debería  desarrollar el Estado frente a estas dos manifestaciones de la vida de los pueblos.
La mayoría de los peruanos vivimos con pasión el fútbol a nivel de selección de mayores, y, a lo largo de estos años, apoderados de sentimientos de frustración e impotencia por la mala actuación de nuestros equipistas profesionales. Esto, solamente para referirnos al más popular de los deportes. ¿Y el resto de disciplinas deportivas? Lamentablemente, poco o casi nada se ha logrado a nivel continental, a excepción de algunas individualidades cuyos lauros obtenidos fueron por méritos personales; en ciertos casos es meritorio el apoyo de un reducido número de empresas  que se identifican con el deporte. En cuanto  al Instituto Peruano del Deporte por lo exiguo de su presupuesto es muy poco lo que puede hacer. En todo caso,   es muy probable que lo sucedido al seleccionado profesional de fútbol sea un reflejo de la improvisación y la falta de interés por el quehacer deportivo: Sin planes definidos y carencias de recursos presupuestales, solamente trabajando para el corto plazo, en tareas inmediatas, sin tener en cuenta que el futuro será promisorio cuando se trabaja sobre bases firmes. Ahora, solamente un caso para ser tomado en cuenta: ¿Se le sigue prestando la debida atención a las divisiones menores? Tenemos que ser reiterativos en nuestra posición respecto a la grave crisis que atraviesa el deporte peruano en el sentido de que será superada cuando se le dé la debida atención a las divisiones menores, comenzando por el conglomerado estudiantil de todo el país. Por ahora, surgen vientos renovadores con la ampliación de la educación física para la educación primaria.  Nunca se debe perder de vista que el deporte escolar tiene que seguir siendo la principal preocupación de las autoridades, pero además sin excluir a los miles de deportistas afiliados a las diversas federaciones que esperan la oportunidad para que gocemos con sus triunfos. Algo puntual, ¿cumplen su cometido los campeonatos deportivos escolares?, o ¿solamente sirven para dar cumplimiento a lo dispuesto en una directiva del Sector Educación? La hora actual exige que los logros obtenidos en estos torneos escolares se capitalicen en la conformación de selecciones permanentes que tengan continuidad en los claustros universitarios, ya que éstos contando con una adecuada infraestructura deportiva y directores técnicos calificados, que al ir aparejado con un  oportuno sistema de becas, sea posible contar con el recurso humano debidamente capacitado para intervenir en determinadas disciplinas deportivas. Y por qué no aspirar a que en un futuro no muy lejano se creen los Centros de Altos Estudios Deportivos, preferentemente en la Regiones con altos ingresos económicos producto del canon minero, por poner un ejemplo, que permita sufragar los gastos en el mantenimiento de instalaciones modernas, a fin de que sean emporios para aglutinar individualidades de todo el territorio nacional cuyas características sean las más óptimas para su posterior participación en competiciones de alto nivel. ¿Y el aporte de la actividad privada?  Por supuesto, también tiene que ser bienvenido tan igual como la cooperación internacional. Qué mejor ejemplo del apoyo privado en los triunfos de nuestra ajedrecista Deysi Cori, hoy convertida en campeona mundial de la categoría sub 20. Con toda seguridad, al transcurrir los años  llegarán los triunfos; solamente   quedará como triste  anécdota aquella en  que el Perú  asistió a  las  Olimpiadas de Beijing 2008 con trece participantes cuyas actuaciones fueron desafortunadas.
La implementación de políticas nacionales es tarea prioritaria para adecuar estas exigencias a lo que establece el artículo 119 de la Constitución Política del Perú. El actual gobierno no debe dejar pasar la oportunidad de ser el iniciador serio en la promoción de la cultura y el deporte nacionales; de igual manera los legisladores, como auténticos representantes de nuestros pueblos, a que cumplan su función con altura y dignidad para hacer realidad la creación del Ministerio de Cultura y Deporte;  de tal forma que éste se constituya en  un ente autónomo y sin burocratismo, con todas las facultades para promover una reorientación de la legislación deportiva, pero sobre todo con su propio presupuesto para cumplir metas definidas a nivel continental,  y para lo cual se requiere tomar las experiencias y el asesoramiento de países amigos con este tipo de organizaciones. Si no fuera así, sólo nos quedará seguir “gozando” de las pomposas ceremonias protocolares de premiación en Palacio de Gobierno y Congreso de la República- siempre mediáticas y proclives a la foto y el video- a deportistas ganadores por sus esfuerzos individuales. Momentos para sentirnos “orgullosos” en algo que no hemos apoyado. Nada más. Mientras tanto,  esperemos  que un bendito día no muy lejano nuestras autoridades gubernamentales se convenzan realmente de que invirtiendo en deporte les resultará económicamente más beneficioso   que gastar en la  salud de todos los peruanos.
*En revista Bodas de Oro. I.E “Víctor Antonio Herrera Delgado”. Tacabamba. 2011

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