PÁGINAS AL VUELO
Nuevamente insistiendo en un tema
que involucra a una inmensa mayoría de peruanos, pues de una u otra forma
siempre estará interesada en todo lo que signifique deporte. Sí, desde hace
muchos años gozando con triunfos aislados sin que las autoridades del más alto
nivel le presten la debida atención. En NORTE, órgano periodístico regional que
se edita en la ciudad de Chota, expusimos un diagnóstico formulado por el
Ministerio de Educación del anterior régimen, que a la letra dice: “El bajo
nivel deportivo, recreativo y de educación física en el ámbito nacional se debe
a ciertas limitaciones, entre ellos el recorte presupuestario, la escasa e
inadecuada infraestructura deportiva, la poca participación en eventos
internacionales y la dispersión de los esfuerzos. Estas limitaciones no
contribuyen a un trabajo eficaz en beneficio de los propósitos de masificación
y competitividad del deporte nacional. De otro lado, la infraestructura
deportiva nacional existente es insuficiente, se encuentra mayormente en estado
calamitoso por su antigüedad y muestra un deterioro acentuado que no permite el
desarrollo adecuado de las disciplinas deportivas, limitando la formación y
preparación del deportista de alto rendimiento”.
Ante esta
angustiante realidad sobre lo que acontece en materia deportiva es menester
que se tomen medidas correctivas para salir de la mediocridad que soportamos desde hace muchos años. En
estos tiempos de cifras de crecimiento económico que constantemente son
reveladas a la opinión pública, a pesar de la crisis financiera mundial que
también día a día nos anuncian en el sentido de que será temporal, hagamos que efectivamente “el deporte sea lo
más hermoso del mundo”, tal como lo dijera en alguna oportunidad una congresista nacional. A las actuales
autoridades de los poderes ejecutivo y legislativo, sin distingos de ninguna
clase, les corresponde integrar un
movimiento que nos permita dejar de lado las decepciones que a lo largo de
muchos años sigue viviendo el aficionado deportivo de nuestro país. Si el gobierno anterior, con extraordinario
criterio, posibilitó la creación del
Ministerio de Cultura con una sustentación para la ejecución de diversas
acciones a fin de mantener muy alto nuestra identidad nacional, y que por
supuesto nos anima a tener fe en el futuro respecto a este tema, también consideramos
pertinente una ampliación de este organismo para hacer viable la puesta en
marcha del Ministerio de Cultura y
Deporte, por todo lo que significa el papel que debería desarrollar el Estado frente a estas dos
manifestaciones de la vida de los pueblos.
La mayoría
de los peruanos vivimos con pasión el fútbol a nivel de selección de mayores,
y, a lo largo de estos años, apoderados de sentimientos de frustración e
impotencia por la mala actuación de nuestros equipistas profesionales. Esto,
solamente para referirnos al más popular de los deportes. ¿Y el resto de
disciplinas deportivas? Lamentablemente, poco o casi nada se ha logrado a nivel
continental, a excepción de algunas individualidades cuyos lauros obtenidos
fueron por méritos personales; en ciertos casos es meritorio el apoyo de un
reducido número de empresas que se
identifican con el deporte. En cuanto al
Instituto Peruano del Deporte por lo exiguo de su presupuesto es muy poco lo
que puede hacer. En todo caso, es muy
probable que lo sucedido al seleccionado profesional de fútbol sea un reflejo
de la improvisación y la falta de interés por el quehacer deportivo: Sin planes
definidos y carencias de recursos presupuestales, solamente trabajando para el
corto plazo, en tareas inmediatas, sin tener en cuenta que el futuro será
promisorio cuando se trabaja sobre bases firmes. Ahora, solamente un caso para
ser tomado en cuenta: ¿Se le sigue prestando la debida atención a las
divisiones menores? Tenemos que ser reiterativos en nuestra posición respecto a
la grave crisis que atraviesa el deporte peruano en el sentido de que será
superada cuando se le dé la debida atención a las divisiones menores,
comenzando por el conglomerado estudiantil de todo el país. Por ahora, surgen
vientos renovadores con la ampliación de la educación física para la educación
primaria. Nunca se debe perder de vista
que el deporte escolar tiene que seguir siendo la principal preocupación de las
autoridades, pero además sin excluir a los miles de deportistas afiliados a las
diversas federaciones que esperan la oportunidad para que gocemos con sus
triunfos. Algo puntual, ¿cumplen su cometido los campeonatos deportivos
escolares?, o ¿solamente sirven para dar cumplimiento a lo dispuesto en una
directiva del Sector Educación? La hora actual exige que los logros obtenidos
en estos torneos escolares se capitalicen en la conformación de selecciones
permanentes que tengan continuidad en los claustros universitarios, ya que
éstos contando con una adecuada infraestructura deportiva y directores técnicos
calificados, que al ir aparejado con un
oportuno sistema de becas, sea posible contar con el recurso humano
debidamente capacitado para intervenir en determinadas disciplinas deportivas.
Y por qué no aspirar a que en un futuro no muy lejano se creen los Centros de
Altos Estudios Deportivos, preferentemente en la Regiones con altos
ingresos económicos producto del canon minero, por poner un ejemplo, que
permita sufragar los gastos en el mantenimiento de instalaciones modernas, a
fin de que sean emporios para aglutinar individualidades de todo el territorio
nacional cuyas características sean las más óptimas para su posterior
participación en competiciones de alto nivel. ¿Y el aporte de la actividad
privada? Por supuesto, también tiene que
ser bienvenido tan igual como la cooperación internacional. Qué mejor ejemplo
del apoyo privado en los triunfos de nuestra ajedrecista Deysi Cori, hoy
convertida en campeona mundial de la categoría sub 20. Con toda seguridad, al
transcurrir los años llegarán los
triunfos; solamente quedará como
triste anécdota aquella en que el Perú
asistió a las Olimpiadas de Beijing 2008 con trece participantes cuyas actuaciones
fueron desafortunadas.
La
implementación de políticas nacionales es tarea prioritaria para adecuar estas
exigencias a lo que establece el artículo 119 de la Constitución
Política del Perú. El actual gobierno no debe dejar pasar la
oportunidad de ser el iniciador serio en la promoción de la cultura y el
deporte nacionales; de igual manera los legisladores, como auténticos
representantes de nuestros pueblos, a que cumplan su función con altura y
dignidad para hacer realidad la creación del Ministerio de Cultura y Deporte;
de tal forma que éste se constituya en
un ente autónomo y sin burocratismo, con todas las facultades para
promover una reorientación de la legislación deportiva, pero sobre todo con su
propio presupuesto para cumplir metas definidas a nivel continental, y para lo cual se requiere tomar las
experiencias y el asesoramiento de países amigos con este tipo de
organizaciones. Si no fuera así, sólo nos quedará seguir “gozando” de las
pomposas ceremonias protocolares de premiación en Palacio de Gobierno y
Congreso de la República- siempre mediáticas y proclives a la foto y el video-
a deportistas ganadores por sus esfuerzos individuales. Momentos para sentirnos
“orgullosos” en algo que no hemos apoyado. Nada más. Mientras tanto, esperemos
que un bendito día no muy lejano nuestras autoridades gubernamentales se
convenzan realmente de que invirtiendo en deporte les resultará económicamente
más beneficioso que gastar en la salud de todos los peruanos.
*En revista
Bodas de Oro. I.E “Víctor Antonio Herrera Delgado”. Tacabamba. 2011
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