domingo, 12 de mayo de 2013

JOSÉ LÓPEZ CORONADO: ¡UN CANTO A LA VIDA! *



                                                  ENCUENTROS  CERCANOS CON GRANDES TIPOS


                                              

Chota. Domingo 9 de enero de  1994, 9:30 a.m.; hora propicia para cumplir una visita anunciada. Después de un breve recorrido, interrumpido varias veces para saludar a viejas amistades, llegamos a la dirección indicada: Inocencio Consanchillón Nº 220, calle que se ubica en el Asentamiento Humano “Alan García Pérez” un conjunto habitacional popular que fuera creado para dar solución, en parte, al déficit de viviendas que se presenta en esta ciudad.
A nuestro encuentro viene presuroso el dueño de casa. Siempre jovial, un tanto desgarbado con la camisa afuera, y la sonrisa a flor de labios. Sus primeras palabras están dirigidas a resaltar mi presencia en su morada.

-Al fin le hice caminar para que me viste- me dice.

Me invita a pasar a su casa. Cruzamos la puerta principal. Se nota humildad, pero se respira decencia. Frente a una mesa tomo asiento y lo que me interesa mirar se centra en su colección de libros que se ubican en una esquina de su sala. Intercambiamos ideas, cada uno a su momento se interesa por los familiares cercanos. Me enseña una fotografía, recuerdo imperecedero de tiempos idos. Luego habla de sus inquietudes, de sus trabajos realizados, de su próximo proyecto. Se lamenta de la falta de apoyo, de la carencia de incentivos para cumplir su tarea de una forma más efectiva.

Amables oyentes, por el titular del presente artículo, ya saben que mi acompañante en esta amena reunión es el Prof. José López Coronado, principal impulsor del Grupo Cultural WAYRAK, el poeta más importante de Chota en la hora actual. Ganador del Premio “Horacio 93”, en la modalidad Mención Honrosa por su obra “Jugando con la Verdad”, es por ahora su triunfo más importante a nivel de concursos. Sin embargo, su conquista más preciada lo constituye haber ganado el cariño de su amada compañera y el amor de de sus adorados hijos. Vive con las incomodidades que nos señala la hora presente, fruto de un sueldo que no compensa la labor que realiza en las aulas. A pesar de todo, creo que se siente dichoso por todo lo que le rodea: con una profunda gana de vivir, siempre con el deseo más ferviente de cantarle a esta vida sus versos más sentidos.

José López Coronado nace en la ciudad de Chota el 1 de junio de 1961. Está casado con Irma Rosa Irigoín Rojas. De este matrimonio hay tres hijos: Oxmar Ninel, José Nazim y Adriana Olinda. Precisamente, inspirándose en  esta última escribe su cuento “Abuelo de una muñeca”. Egresado del colegio nacional “San Juan”, promoción 1979. Posteriormente cursa sus estudios superiores en el ISP “Nuestra Señora de Chota” graduándose el año 1993 como profesor de Educación Primaria, especialidad Lengua. Inicia su labor docente como profesor de aula de la Escuela Estatal Nº 10391 de Pachapuquio. Luego es reasignado al colegio de adultos San Juan, donde permanece hasta la fecha.

José López Coronado tiene en su haber una veintena de obras publicadas. Ha escrito varios cuentos. Todavía permanece inédito su relato “Más de un metro setenta y siete”, una reconstrucción intuitiva del viaje heroico, trascendente, que Pedro Tanta Llacta hizo a España en 1777. Con extraordinaria sencillez y un verdadero sentido práctico ha escrito CHOTANOS (en noviembre del año que pasó apareció la tercera edición) dando muestras de ser un verdadero artesano en la elaboración de los sonetos, consiguiendo de esta manera perennizar el trabajo y la actividad de quienes siendo chotanos o no han demostrado su proyección dentro o fuera del terruño.
Su obra más importante “Jugando con la Verdad”, mención honrosa del Premio Horacio 93 “es la expresión poética de los derechos del niño, aprobados y reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es, entonces, el claro clamor de los niños del mundo, que en su mayoría nacen ya con los rigores y riesgos que la vida presenta…”, tal como lo dijera Blasco Núñez Carranza.

Domingo 9 de enero de 1994. Aproximadamente son las once de la mañana. Hora de despedirse. Apretón de manos. En la despedida ya se encuentra su esposa. Con un grupo de libros a cuestas me retiro de la casa del poeta. ¿Les habrá gustado mi visita? Por mi parte, disfruté mucho en esta reunión.

Caminando a solas me pregunto, ¿algún día el poeta López Coronado contará con su propia máquina de escribir? Cuando llegue ese día, que ojalá sea muy pronto, tengo la seguridad que al escribir su primer verso se sentirá el hombre más dichoso. Amables oyentes, ¿no creen que todo buen poeta tenga derecho a poseer su propia máquina de escribir?  (HCA)   


*En Panorama Informativo de Radio Chota. Artículo difundido el 11-01-1994.

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