I.E. “VÍCTOR ANTONIO HERRERA
DELGADO”, REFLEXIONES Y EXPECTATIVAS
PÀGINAS AL VUELO
Esta vez mis afanes van en busca de un centro
educativo que dejó huella en mi desarrollo docente. Me refiero al Colegio
Nacional Mixto “Tacabamba”, en la actualidad bajo la denominación de I.E.
“Víctor Antonio Herrera Delgado” en homenaje a tan distinguido educador
tacabambino, que a lo largo de estos cincuentincinco años de funcionamiento con
caràcter de estatal, se ha convertido en parte importante de la historia
educativa del distrito de Tacabamba. Efectivamente, desde aquel lejano pero
venturoso año de 1961 cuando se crea el C.N. M. “Tacabamba” mediante Resolución
Suprema Nº00337 firmada por el Presidente de la República Manuel Prado Ugarteche,
y su Ministro de Educación Alfonso Villanueva Pinillos, su accionar ha sido transcendente para lograr una juventud ávida de
incorporarse a la vida activa del país. Sus más de cincuenta promociones
egresadas de estas aulas así lo confirman: profesionales, empresarios,
técnicos, artesanos, empleados, trabajadores independientes, agricultores y
ganaderos, etc. poniendo su trabajo y empeño en los diversos campos de la
actividad económica, social y cultural.
Para el logro de tan buenos resultados, destacar en el
transcurso de estos años el compromiso de la plana docente, que con
inteligencia y amor a su profesión, se constituyeron en verdaderos
facilitadores para una óptima enseñanza aprendizaje. Difícil mencionar a todos,
sin embargo, por obvias razones, me quiero detener en aquella década de los
setenta de la cual fui testigo de excepción. Antes de referirme a ellos, con lo
cual va implícito mi admiración y respeto a todos los que pasaron por estas
aulas, permítanme describir de manera suscinta la coyuntura imperante: Gobierno
militar en el poder; un magisterio unido y contestatario en busca de
reivindicaciones laborales y salariales; alumnos expectantes a estos
acontecimientos, pero siempre con el mayor deseo de ampliar sus conocimientos;
una sociedad ansiosa de mayores cambios, cuyos resultados en la historia de
nuestro país ya están definidos.
Al paso de los años, en encuentros que resultan
gratos, siempre escuché de mis alumnos palabras elogiosas para sus queridos maestros.
A una sola voz :“¡Cómo no recordar a los profesores Manuel Colunche Muñoz,
Víctor Tantaleán Carrasco, Gilberto Ortiz Rojas, Francisca Paredes Laos, Roger
Paredes Bocanegra, Nicolás Monteza Cantos, Melanio Barreto Quiroz, Hugo Bao
Silva, Fabio Peña Rodríguez, Octavio Cieza Tongo, Aníbal Fustamante, José
Alberca Ramos, Manuel Palma Gordillo, el profesor Cerna y los sacerdotes
Alfonso Lozano y Roberto Armas!” A esta lista, tengo que agregar a los que
desempañaban labores administrativas: los señores Hernán Paredes Bocanegra,
Manuel Camcho Herrera, Jorge Gálvez Asurza, Víctor Quijano Zevallos, Claudio Becerra
Fernández, Felizardo Mejía Díaz y la señorita Delicia Colunche Muñoz.
Realmente, una verdadera familia
dedicada al trabajo y al cumplimiento de las metas; pero también
participando con decencia en reuniones de confraternidad cuando las ocasiones
lo exigían, sin distingos ni diferencias. En definitiva, momentos inolvidables
de una época única que por siempre será recordada.
En esta parte, dedicar unas líneas a lo padres de
familia que desde el inicio del funcionamiento de este centro educativo siempre
estuvieron atentos a que se brinde un servicio con docentes de la especialidad;
además su aporte fue decisivo, y en el futuro también lo será, para que las actividades de carácter cívico, social y cultural tengan el éxito que bien
merecen. Reconocimiento a todos ellos, puesto que al unir esfuerzos han logrado
también que la actividad deportiva tenga prioridad en el desarrollo de los
educandos: memorables jornadas cumplidas así lo justifican, a la espera de que
en el futuro los triunfos se incrementen. Asimismo, su apoyo –conjuntamente con
el de las autoridades ediles- fue decisivo para la mejora de la infraectructura
física, ejerciendo especial motivación a que los docentes y alumnos se unan a
esta tarea. Y, en la actualidad, como no podía ser de otra manera, nuevamente
poniendo su trabajo y medios económicos en la construcción de seis aulas en el
actual local de la I.E. “Víctor Antonio Herrera Delgado” en base al Expediente
Técnico elaborado de manera gratuita por el
ex alumno ingeniero Elmer Quintana Guevara y conforme a lo autorizado
por la Dirección de la Unidad de Gestión Educativa Local de Chota; aclarando
que para este fin se está utilizando los cincuenta mil nuevos soles que fueran
donados por el ingeniero César Acuña Peralta, quien merece el sincero agradecimiento por tan importante ayuda. A propósito, surge una pregunta inevitable, ¿qué paso con el local que se construyó en la comunidad de Cumpampa
en una área aproximada de cinco hectáreas?. Esta obra, bajo la denominación de
“MEJORAMIENTO DEL SERVICIO EDUCATIVO DE LA I.E. “VÍCTOR ANTONIO HERRERA
DELGADO” DEL DISTRITO DE TACABAMBA-CHOTA-CAJAMARCA” fue financiada por el Ministerio de Educación con un desembolso de
aproximadamente S/. 7’000.000,00; y en base a un peritaje técnico, ha sido
declarada inhabitable por Defensa Civil y la UGEL-Chota, lo cual ha sido verificado
en el mes de mayo del presente año por la Contraloría General de la República-Gerencia
de Chiclayo, a pesar de que existen documentos donde se indican que los
trabajos se han ejecutado al 100% según acta de recepción del 26 de junio del
2014 - o 23 de julio del 2014 -, fecha que
debe ser aclarada . En todo caso, tal como lo recomendó el Equipo
Técnico de la UGEL de Chota, “la
Municipalidad de Tacabamba ya habrá tomado las acciones pertinentes para que se
asuman las responsabilidades y a la brevedad se subsanen las observaciones”. Después
de todo, lo que anhelamos fervientemente es que muy pronto los alumnos de la
I.E. “Víctor Antonio Herrera Delgado” sean atendidos en una adecuada infraestructura física y con el debido equipamiento, a fin de que el trabajo educativo tenga
estándar de calidad. HCA.
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