UN OLVIDO
QUE DEBE REPARARSE*
PAGINAS AL VUELO
Lo primero, permítanme incidir en
este tema por la importancia de la publicación de esta revista en una fecha tan
importante para nuestro querido Tacabamba, a la espera de que se tenga un mayor
conocimiento de este proyecto que es vital para ampliar nuestro horizonte
cultural.
Indiferencia.
Indignación. Términos que podemos asociarlos, al constatar- tan igual como hace
aproximadamente cuatro años - el total abandono del complejo arquitectónico que
se ubica en el terreno de la ex Casa del Maestro de Tacabamba y en el que se
incluye como parte central la edificación de un teatro con características
modernas, cuyos planos muy bien elaborados estuvieron a cargo del arquitecto
Julián Colunche Camacho. Indiferencia al
desarrollo de las manifestaciones culturales de un pueblo por parte de
autoridades municipales -y también regionales- porque seguramente no saben que
“la música es una de las artes más antiguas de la humanidad, y que la música
tradicional o folclórica se transmite de generación en generación, y forma
parte de los valores y costumbres de un pueblo”, porque es posible que desconozcan
que “la pintura es un arte que permite plasmar la creatividad de una persona
sobre una determinada superficie, es decir
concebida como la expresión de ideas, pensamientos y sobre todo
sentimientos”, porque no saben que “las danzas folclóricas, expresión de la
tradición y riqueza cultural de un pueblo transmitida de generación en generación, son
por su colorido, derroche de energía y secreta sabiduría, un patrimonio
cultural invalorable para nuestro país”, o tal vez porque no están al tanto de
que “el teatro es un sitio destinado a la representación de obras dramáticas o
a otros espectáculos públicos propios de la escena”, y al no haber asistido a
una sala teatral no han tenido la oportunidad de identificarse con las
emociones de las obras. Sin embargo, la esperanza se mantiene para que se
produzca el cambio. Este olvido urge repararlo. El pueblo de Tacabamba merece
que se termine con esta indiferencia y
por consiguiente cese nuestra indignación
por este errático accionar de quienes al ser elegidos por el voto popular
no priorizan la creación cultural.
Por supuesto, a las nuevas
autoridades municipales y población tacabambina en su conjunto sugerirles que
visiten estos ambientes de la antigua Casa del Maestro y comprueben que este
proyecto cultural es factible culminarlo con el apoyo de todos, sin distingos.
En esta parte destacar el valioso accionar de su principal gestor, el profesor Percy
Villalobos Gálvez, quien consiguió que el doctor Fermín Silva Cayatopa donara
270 metros cuadrados de cerámica para el piso, así como también el señor Rolando
Pérez Zevallos se hiciera presente con dos telones para el escenario.
¡Manos a la obra! No más olvidos
con la cultura. Tacabamba merece un local teatral acorde con su bien ganado
prestigio, de pionero en puestas en escena de obras de gran calidad. Al
respecto existe un bello historial. Cómo no recordar a distinguidos docentes
acompañando y orientando a sus alumnos; damas y caballeros; en fin, toda una
sociedad en su conjunto participando en veladas literario musicales y escenificación
de piezas teatrales. En efecto, al paso de los años, recuerdos imborrables de
quienes tuvieron la fortuna de constatar la gestión de uno de sus principales
propulsores, el señor Guillermo Meoño, y el accionar de destacados docentes,
los señores Víctor A. Herrera Delgado, Miguel A. Paredes Bocanegra, Julián
Camacho Herrera y Godofredo Portocarrero Olano. En general, ponderar
el trabajo en este tipo de actividades de los maestros de las Escuelas Nºs 63 y
64, así como también- posteriormente- del Colegio Secundario Tacabamba. Cómo no
reconocer el trabajo del profesor Heriberto Bocanegra Montenegro y su elenco
visitando Cutervo, Sócota, Bambamarca, etc.; de distinguidas damas, Sara
Consuelo Gálvez, Dora y Lila Cardoso, Luisa Vílchez, Pura Paredes, Panchita
Paredes, etc. entregando su valioso tiempo en estos menesteres; de la
participación del Club Cultural Deportivo Tacabamba, con Carlos Cardozo
Zevallos y Herminio Díaz Medina al frente, a su retorno al querido terruño; de
José Segura, Yolanda Paredes, Lilia e Irene Asurza, Miguel Linares, Roger
Paredes, etc.; del siempre diligente Segundito Delgado Sánchez apoyando en el
vestuario y maquillaje. En suma, muchas personas que como es fácil deducir
resulta imposible mencionar a todas. Al
final, extender nuestro
reconocimiento a quienes participaron en estos últimos años en la
escenificación de obras teatrales, con
la acogida siempre preferente del público. Al hacerlo en la persona del
profesor Percy Villalobos significa
comprometerlo a que no desmaye en su noble propósito de seguir impulsando el
teatro en su amada tierra. HCA.
*En la revista "EL TINGO" - Año 1, setiembre 2015. Nº 002
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