domingo, 27 de septiembre de 2015

UN OLVIDO QUE DEBE REPARARSE*

                                                                  PAGINAS AL VUELO

Lo primero, permítanme incidir en este tema por la importancia de la publicación de esta revista en una fecha tan importante para nuestro querido Tacabamba, a la espera de que se tenga un mayor conocimiento de este proyecto que es vital para ampliar nuestro horizonte cultural.

Indiferencia. Indignación. Términos que podemos asociarlos, al constatar- tan igual como hace aproximadamente cuatro años - el total abandono del complejo arquitectónico que se ubica en el terreno de la ex Casa del Maestro de Tacabamba y en el que se incluye como parte central la edificación de un teatro con características modernas, cuyos planos muy bien elaborados estuvieron a cargo del arquitecto Julián Colunche Camacho. Indiferencia al desarrollo de las manifestaciones culturales de un pueblo por parte de autoridades municipales -y también regionales- porque seguramente no saben que “la música es una de las artes más antiguas de la humanidad, y que la música tradicional o folclórica se transmite de generación en generación, y forma parte de los valores y costumbres de un pueblo”, porque es posible que desconozcan que “la pintura es un arte que permite plasmar la creatividad de una persona sobre una determinada superficie, es decir  concebida como la expresión de ideas, pensamientos y sobre todo sentimientos”, porque no saben que “las danzas folclóricas, expresión de la tradición y riqueza cultural de un pueblo  transmitida de generación en generación, son por su colorido, derroche de energía y secreta sabiduría, un patrimonio cultural invalorable para nuestro país”, o tal vez porque no están al tanto de que “el teatro es un sitio destinado a la representación de obras dramáticas o a otros espectáculos públicos propios de la escena”, y al no haber asistido a una sala teatral no han tenido la oportunidad de identificarse con las emociones de las obras. Sin embargo, la esperanza se mantiene para que se produzca el cambio. Este olvido urge repararlo. El pueblo de Tacabamba merece que se termine con esta indiferencia y por consiguiente cese nuestra indignación por este errático accionar de quienes al ser elegidos por el voto popular no priorizan la creación cultural.

Por supuesto, a las nuevas autoridades municipales y población tacabambina en su conjunto sugerirles que visiten estos ambientes de la antigua Casa del Maestro y comprueben que este proyecto cultural es factible culminarlo con el apoyo de todos, sin distingos. En esta parte destacar el valioso accionar  de su principal gestor, el profesor Percy Villalobos Gálvez, quien consiguió que el doctor Fermín Silva Cayatopa donara 270 metros cuadrados de cerámica para el piso, así como también el señor Rolando Pérez Zevallos se hiciera presente con dos telones para el escenario.
                    
¡Manos a la obra! No más olvidos con la cultura. Tacabamba merece un local teatral acorde con su bien ganado prestigio, de pionero en puestas en escena de obras de gran calidad. Al respecto existe un bello historial. Cómo no recordar a distinguidos docentes acompañando y orientando a sus alumnos; damas y caballeros; en fin, toda una sociedad en su conjunto participando en veladas literario musicales y escenificación de piezas teatrales. En efecto, al paso de los años, recuerdos imborrables de quienes tuvieron la fortuna de constatar la gestión de uno de sus principales propulsores, el señor Guillermo Meoño, y el accionar de destacados docentes, los señores Víctor A. Herrera Delgado, Miguel A. Paredes Bocanegra, Julián Camacho Herrera  y  Godofredo Portocarrero Olano. En general, ponderar el trabajo en este tipo de actividades de los maestros de las Escuelas Nºs 63 y 64, así como también- posteriormente- del Colegio Secundario Tacabamba. Cómo no reconocer el trabajo del profesor Heriberto Bocanegra Montenegro y su elenco visitando Cutervo, Sócota, Bambamarca, etc.; de distinguidas damas, Sara Consuelo Gálvez, Dora y Lila Cardoso, Luisa Vílchez, Pura Paredes, Panchita Paredes, etc. entregando su valioso tiempo en estos menesteres; de la participación del Club Cultural Deportivo Tacabamba, con Carlos Cardozo Zevallos y Herminio Díaz Medina al frente, a su retorno al querido terruño; de José Segura, Yolanda Paredes, Lilia e Irene Asurza, Miguel Linares, Roger Paredes, etc.; del siempre diligente Segundito Delgado Sánchez apoyando en el vestuario y maquillaje. En suma, muchas personas que como es fácil deducir resulta imposible mencionar a todas. Al  final,  extender nuestro reconocimiento a quienes participaron en estos últimos años en la escenificación de obras teatrales,  con la acogida siempre preferente del público. Al hacerlo en la persona del profesor Percy  Villalobos significa comprometerlo a que no desmaye en su noble propósito de seguir impulsando el teatro en su  amada tierra.  HCA.

*En la revista "EL TINGO" - Año 1, setiembre 2015. Nº 002