sábado, 31 de agosto de 2013

HOMBRES Y ROCAS *

de Noé Salvador Zuñiga Gálvez
                                                            PÁGINAS AL VUELO
                                                             
Un día de este caluroso enero,  César Rojas Villoslada un hualgayoquino radicado en Chiclayo, profesor cesante, padre de dos hijos profesionales, con su característica amabilidad me  entrega (¿prestado?) un libro para leer. Me dice “le va a gustar, el autor fue mi profesor”. Veo la carátula, dos recuadros dedicados a la actividad minera, y un sugestivo título: HOMBRES Y ROCAS (Lima. Perú. 2000). Esta obra escrita por don Noé Salvador Zuñiga Gálvez, publicada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, nos trae en un lenguaje sencillo y entretenido relatos que él ha denominado muy acertadamente Narraciones Hualgayoquinas.
En esta obra se mezclan vivencias –fantasía o realidad- muy bien entrelazadas que en definitiva tienen como marco la actividad minera, pues nadie como él conoce el quehacer pueblerino de los campamentos mineros de su jurisdicción, y con la seguridad de que para la construcción narrativa mucho le haya servido la entretenida tertulia  en horas que en efecto sí  tuvieron sentido. Como bien lo escribe el ingeniero Felipe  de Lucio Pezet  en su prólogo: “El tema recurrente es un anecdotario folclórico que envolviendo a hechos y personas en su quehacer cotidiano nos va relatando la vida en los pueblos andinos del ayer. Unas veces, como en la Misa de los Atrapados, el relato empieza con un accidente en los socavones y pasa a las arraigadas creencias de las gentes que mientras no cumplan con una promesa religiosa se cierne algún maleficio. En otro, en Aguinaldo para un Minero, narra la tragedia de un obrero que fue el mejor barretero de la zona y que ahora está postrado en un lecho por la silicosis. En la Navidad el patrón de la mina distribuye regalos a los hijos de sus peones y cuando la mujer del minero enfermo va con su menor hija, le espeta que no le toca porque su padre ya no está en la planilla. El cuento de Las Montoneritas es una protesta por los abusos que se cometían en los rincones remotos del país. Cuenta de un proceso contra dos humildes campesinos que son acusados de incumplir la Ley de Conscripción Vial en tiempos del presidente Leguía. Son encarcelados y luego por intrigas políticas y convenir a oscuros intereses, son inculpados de pertenecer a los montoneros del insurgente caudillo Eleodoro Benel. En este relato hay un hábil manejo del diálogo que lleva al lector a participar en la trama y termina haciéndolo solidario con las víctimas”. En este conjunto hay un relato que enternece por lo que significa siempre un bello recuerdo, en este caso para el autor,  la fiesta universal de la navidad, pero además si se vive embelesado por la música del gran Ludwig Van Beethoven. Toma como título la bagatela para piano solo Para Elisa, para contar la particular historia de un mecánico austriaco acerca de la creación de esta bella pieza musical cuya autoría se le atribuye a este eximio músico alemán.  La información que le brinda no es tan convincente, pero al final queda como saldo positivo la añoranza de un hecho que por siempre será importante para el autor,  y que, a no dudarlo,  nos invitará a escuchar una y otra vez esta hermosa melodía.
Es pertinente precisar una atingencia. El profesor César Rojas hizo un  apunte en una pagina en blanco del ejemplar que me proporcionó:” Don Noé en “Hombres y Rocas” nos trae nuevamente la agudeza de su estilo y el lenguaje de nuestro pueblo, cargado de una notoria sonoridad y fuerza que nos hace sentir más apego a la tierra que nos vio nacer…Es un pequeño pueblo, tierno y cristalino que nos hace beber el néctar de su grandeza sin par...”. Palabras de cariño para su querido Hualgayoc, también tierra natal de don Noé Salvador Zuñiga Gáivez, nacido el 1921 “quien desde temprana edad tuvo inclinación por las letras leyendo a los clásicos griegos, latinos y orientales”, tal como se indica en el reverso de la carátula de su libro; además en otro párrafo se lee:” Obtuvo el título de profesor de Educación Primaria, cargo que desempeño por 35 años. Paralelamente a la docencia investigó la historia, costumbres y tradiciones de su suelo natal dándolos a conocer en “El Socavón Compactado” y complementándolo con estas narraciones.”(HCA).
*En NORTE. Chota – Junio 2013